En 1996, en la reunión de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura) en Roma, se acordó reducir el número de personas desnutridas -unos 1.000 millones- a la mitad para el año 2015; en la actualidad, 17 años después, son casi 900 millones de personas las aquejadas de subnutrición crónica.
En <El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2012> se presentan nuevas estimaciones sobre el número y la proporción de personas subnutridas a partir de 1990, se concluye que “el número de personas hambrientas en el mundo sigue siendo inaceptablemente elevado”. Representan el 12,5% de la población mundial, o una de cada ocho personas. La gran mayoría de estas personas -852 millones- vive en países en desarrollo (países del Sur).
En las regiones desarrolladas, en cambio, se calcula que hay 16 millones de personas hambrientas.
Desde 2007-08, fecha en la que el mundo es llevado a una crisis por los poderes económicos, los avances a nivel mundial en la reducción del hambre se han ralentizado.
Señala la FAO que “la protección social es crucial para acelerar la reducción del hambre” y que “para eliminar el hambre son precisas medidas públicas” que, además, “deberían utilizarse para financiar la educación, el desarrollo de las capacidades y una amplia variedad de programas públicos de nutrición y salud”. Pese a esto, los gobiernos capitalistas, mayoría en el planeta, han preferido tomar medidas públicas para salvar las cuentas de resultados de las entidades económico-financieras privadas; asfixiando con recortes a sus pueblos y dejándolos a la deriva.
En un mundo donde se producen alimentos suficientes para toda la humanidad existen cerca de 900 millones de personas hambrientas, cuya responsabilidad principal, indudablemente, reside en el llamado “Primer Mundo”, con sus políticas neoliberales y la negación a eliminar los escandalosos subsidios agrarios que empujan a la pobreza, desigualdad e injusticia.
Cada 5 segundos muere un niño de hambre, la población mundial consume directamente menos de la mitad de los granos que se cosechan, el 70% de los países empobrecidos son importadores netos de alimentos, países que pagar un 65% más por sus importaciones o el 74% en algunos países africanos.
Las previsiones para la próxima década no pueden ser mas alarmantes: cereales, arroz y oleaginosas subirán entre un 35% y un 65% de media.
Esta marea de cifras viene a demostrar la falta de voluntad que los países enriquecidos muestran para erradicar la hambruna.
Por si esto fuera poco, aparece la siniestra práctica de convertir el grano y los cereales en combustible; se han desviado más de 100 millones de toneladas de cereales para alimentar vehículos y maquinarias. Llenan los tanques de los coches y dejan los estómagos vacíos, retiran maíz, azúcar, soja… de la mesa de los pobres para convertirlo en combustible que sacie el consumismo capitalista. EE.UU. tiene planificado destinar casi un 30% de su producción de maíz para elaborar etanol. ¿Acaso no es esto un arma de destrucción masiva? La alimentación es un derecho humano inalienable.
No somos conspiranoicos por afirmar que la voluntad del Capitalismo es matar de hambre a gran parte de la población -población que considera sobrante-, atendiendo a los datos y voluntades de los gobiernos al servicio del Capital. La llamada globalización es la globalización de los estómagos vacíos. Como ejemplo, lo siguiente:
• Si el gasto militar de la OTAN en un año (1 millón de millones de dólares) fuera reducido en sólo un 10%, se liberarían casi 100.000 millones de dólares para erradicar el hambre en la Tierra.
• Si se condonara la Deuda Externa de los países del Sur, estos dispondrían de 345.000 millones de dólares al año.
• Si los países desarrollados cumplieran su compromiso de destinar el 0,7% del PIB para el Desarrollo, los países del Sur tendrían 130.000 millones de dólares anuales.
• Si el 25% del dinero derrochado cada año en publicidad comercial se destinara a producción de alimentos, casi 250.000 millones de dólares se dedicarían a combatir el hambre y la desnutrición.
• Si el dinero del subsidio agrícola del Norte se destinara a desarrollo agropecuario del Sur, se dispondría de 1.000 millones de dólares diarios para invertir en producción de alimentos.
A medida que suben los ingresos, aumenta la diversidad de la dieta. Los ricos no conocen el hambre. Las clases adineradas, las capas altas de la sociedad, no saben lo que es pasar hambre. Muy al contrario, saben que el hambre es un instrumento de dominación que les sirve para seguir esclavizando a la mayoría de los habitantes del planeta.
Se está llevando un crimen silencioso a los desfavorecidos. El Hambre no es un fenómeno aislado producto de haber nacido en determinada región; el Hambre es la consecuencia de un sistema genocida, el capitalista, basado en el acaparamiento de las riquezas por unos pocos a costa de la mayoría.
Las 3 personas mas ricas del mundo acumulan activos equivalentes al PIB conjunto de los 48 países mas pobres.
Es momento de pensar si el Hambre es evitable y si hay voluntad de erradicarlo o por el contrario seguir con este asesinato silencioso que lleve a la destrucción de la Humanidad y su perecimiento.
miércoles, 29 de mayo de 2013
miércoles, 3 de abril de 2013
Definición:
Del latín res publica (“cosa pública”), la república es una forma de organización del Estado. En la república, la máxima autoridad cumple funciones por un tiempo determinado y es elegida por los ciudadanos, ya sea de manera directa o a través del Parlamento (cuyos integrantes también son elegidos por la población).
Por extensión, se conoce como república al Estado que está organizado de esta manera y a todos los regimenes no monárquicos. Otro uso del término hace referencia al cuerpo político de la sociedad y a la causa pública (por ejemplo: “La corrupción de los ministros atenta contra la república”, “La república no puede soportar el maltrato de sus funcionarios”
El principal canal de participación ciudadana en la república es el voto. Las elecciones deben ser libres y el voto, secreto. De esta manera, los ciudadanos pueden ejercer su participación sin presiones ni condicionamientos.
Cabe destacar que muchos Estados que, a lo largo de la historia, se autodenominaron como repúblicas, no permitieron la participación de sus ciudadanos en elecciones ni respetaron los derechos humanos. Este es el caso de Estados totalitarios como China o la antiguaUnión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.). También pasa algo similar con las repúblicas islámicas, que se fundamentan en el Corán y no en la Ilustración (por lo tanto, están basadas en creencias de fe y religiosas).
Otros principios fundamentales para el funcionamiento de la república son, además de la participación política activa de los ciudadanos, la división de poderes, la concreción de la justicia y la búsqueda del bien común.
El arduo camino a la Democracia
Si bien no existe una forma de gobierno que pueda considerarse ideal, es importante que dentro de las posibilidades sistemáticas que se encuentran a nuestra disposición optemos por una que contemple los derechos de los ciudadanos. Sin embargo, para que un país consiga ordenarse y establecer un gobierno que no fluctúe y que preserve la paz y el normal funcionamiento de los diversos organismos del territorio, debe pasar antes por innumerables desajustes y dificultades.

La Primera República en España se proclamó el 11 de febrero de 1873 y duró hasta 1874 y se caracterizó por ser sumamente inestable, debido a las intensas discordias entre los diversos bandos que querían hacerse con el poder del país. Cabe señalar que, desde que fue constituida y hasta los siguientes 11 meses, tuvo cuatro presidentes; dicho proyecto se vino abajo cuando el 3 de enero de 1874 tuvo lugar el Golpe de Estado que pondría fin a la República.
Después durante unos 50 años más se instaló la Monarquía en el territorio peninsular, hasta que surgió una nueva revolución que daría lugar a la Segunda República Española, el 14 de abril de 1931 que culminaría con un nuevo golpe de Estado, después del cual Francisco Franco instalara la dictadura y al que le seguirían muchos años de muerte y violencia en España.
Después de tan turbulentos años, de situaciones de extrema miseria y privación de todas las libertades, y cuando Franco falleció, su sucesor, el rey Juan Carlos I se juró cumplir con lo pactado en los Principios del Movimiento Nacional y promovió el Referéndum para la Reforma Política que dio inicio a la Transición Española hasta consolidar más tarde, la democracia parlamentaria.
Fuente:
Lee todo en: Definición de república - Qué es, Significado y Concepto
Suscribirse a:
Entradas (Atom)